La creatividad no surge en el vacío. Nutrirla con los ingredientes adecuados y confiar en los resultados finales es lo que distingue a una empresa creativa. Cuando pensamos en la creatividad, solemos pensar en algún atributo humano esencial pero poco frecuente: el don de un genio solitario tocado por los dioses o nacido con una herencia genética única. Nos imaginamos a Leonardo da Vinci trabajando febrilmente en su estudio o taller.
Sin embargo, esto no es cierto Los estudios demuestran que la creatividad es el resultado de múltiples factores que deben converger para que surja. Es un sistema que surge de las interacciones de individuos y equipos, tanto entre sí como con el entorno que les rodea.1 La creatividad no es solo algo que tenemos; también es algo que hacemos.
Las organizaciones creativas -aquellas que generan productos e ideas nuevos, útiles y con éxito comercial- llegan a serlo integrando equipos creativos en un contexto social y físico propicio. Estos apoyos incluyen no solo recursos materiales, sino también una cultura que valore las nuevas ideas, mecanismos adecuados para examinarlas y desarrollarlas, y métodos y marcos de gobernanza que permitan a los equipos colaborar de forma creativa con las partes interesadas internas y externas. Sin estos apoyos, una organización corre el riesgo de que sus ideas creativas mueran en la liana, estranguladas por la burocracia, incentivos mal alineados, dinámicas de grupo desafortunadas o la incapacidad de encontrar…
¿Qué podemos hacer para convertirnos en una organización creativa? Invertir en estos aspectos:
1. Personas: Sigue siendo esencial dotar a los equipos de habilidades y conocimientos a los que puedan recurrir para concebir y desarrollar ideas creativas
2. Procesos: El proceso creativo es más eficaz cuando es iterativo, permitiendo a los equipos participar en múltiples ciclos de divergencia (generando nuevas ideas) y convergencia (descartando las malas ideas y desarrollando las buenas).
3. Lugar: El entorno en el que operan la persona y el proceso, es importante para crear condiciones favorables para ambos.12 Además del entorno de trabajo físico y virtual y las herramientas, el lugar también incluye la cultura, las normas y las expectativas.
4. Persuasión: La mayor inversión aquí consiste en integrar la creatividad en los mecanismos de gobernanza para permitir a los líderes considerar el valor de “inversión-oportunidad” de la creatividad junto con las métricas más habituales de coste-beneficio.
¿Y tú estás dirigiendo una organización creativa?